DICIEMBRE
Llegó diciembre dejando sus lluvias apresuradas, los campos sucios de barro y las primeras nevadas. Llegó diciembre y nos trajo su dulce melancolía de días cortos y opacos y soledades vacías. Llegó diciembre y los cielos se cubrieron de tristeza, y el árbol le dejó al viento su tributo de hojas muertas. Llegó diciembre y el páramo mostró su cara más yerma y el mustio canto del cárabo sonó en sus noches desiertas. Llegó puntual diciembre para despedir el año con sus cuotas permanentes de ilusión y desengaño. Alberto Chicharro Vilches